Por R. Hernández, R. Davis, R. Scalpone y R. Schild.

Las experiencias de contacto han inspirado mucha especulación teórica, pero la investigación experimental ha sido escasa. Curiosamente, las interacciones recogidas con seres con inteligencias no humanas se han descrito en varios contextos a lo largo de la historia (por ejemplo, gente que viene del cielo o las estrellas, a menudo llamados dioses, ángeles o espíritus) y existen paralelismos entre estos eventos que se describen en el folklore, religión y antropológicamente. Los parecidos entre esta experiencia y los viajes chamánicos y las historias de hadas sugieren que los casos modernos de interacción con inteligencias no humanas pueden relacionarse con la historia de estos encuentros inexplicables. John Keel, fue uno de los primeros en reconocer este hecho, y otros, incluyendo Vallee y Steiger , también han señalado las coincidencias entre los informes modernos de UAP denominados “abducciones extraterrestres” y las tradiciones más antiguas. Incluso el astrónomo Carl Sagan afirmaba que las historias de contactados que eran comunes a lo largo de la historia compartían similitudes claras con la “experiencia de la abducción alienígena”.

La interpretación de que los fenómenos aéreos no identificados (UAPs) son extraterrestres o extradimensionales en su origen proporciona una base para la comprensión de las experiencias de contactismo. Si los UAPs no son naves terrestres, las experiencias de contacto se hacen remotamente posibles, pero si no son más que fenómenos naturales o hechos por el hombre, entonces las experiencias de contacto pueden ser explicadas por una o más teorías “no extraterrestres” como son el síndrome de la falsa memoria, la parálisis del sueño, las alteraciones psicológicas y /o factores psico-culturales, entre otros. Pero incluso si los seres inteligentes no humanos no interactúan con los humanos, las experiencias de contactismo siguen siendo un misterio extraordinario que merece un estudio posterior por psicólogos y sociólogos, junto a meteorólogos, físicos y otros científicos de la naturaleza. Si los seres inteligentes nohumanos interactúan con los humanos, ¿cómo podemos probarlo?.

La ausencia de evidencias irrefutables que apoyen la creencia de muchos investigadores de os UAPs de que la inteligencia extraterrestre ha visitado la Tierra también se aplica a las experiencias de contacto. La evidencia más clara que apoya las experiencias de contacto es la consistencia de la experiencia por los que dicen haber sido abducidos, por Hopkins (1987), Jacobs (2000) y Mack (1999). Esta evidencia anecdótica, concomitante con los efectos fisiológicos controvertidos que pueden acompañar el AAP como son las cicatrices y los implantes, y la ausencia de los lugares durante el tiempo de la abducción. verificado independientemente en unos pocos casos por Mack (1999), da una evidencia inicial que apoya las experiencias de contacto. Los investigadores también refieren que las “abducciones extraterrestres” pueden ocurrir en diferentes miembros de una misma familia en diferentes etapas de sus vidas. Pero desde que la comunidad científica considera que el fenómeno UAP como altamente improbable, la experiencia de contacto, por defecto, también se considera una posibilidad remota. Esto se basa, en su mayor parte, en la ausencia de evidencias físicas convincentes que valide que los UAPs son naves extraterrestres. La falta de una evidencia objetiva en forma de evidencia física de corroboración para los casos de primera persona de abducciones extraterrestres también sirven para invalidar las declaraciones de “abducción extraterrestre”, y da apoyo para una o más de las teorías “no extraterrestres”.

La comunidad científica también ha descartado las experiencias de contacto debidas a explicaciones basadas en la investigación psicológica, que incluiría los sesgos o la inexactitud de los recuerdos, la percepción poco fiable, las mentiras provocadas por la presión social y los hipnólogos que influencian a los testigos altamente sugestionables.
Muchas investigaciones han concluido que aproximadamente el 90-95% de todos los casos de UAPs son explicables, quedando el resto en el estado de origen desconocido (Project Blue Book, 1969). A partir de este pequeño porcentaje que no puede ser identificado exactamente como objetos o sucesos “conocidos”, la cuestión clave es si la evidencia colectiva de este 5-10% de UAPs inexplicados representa o no una nave física no terrestre gobernada por una forma de inteligencia no humana. Mientras sigue la controversia, aquellos que defienden que los UAPs son controlados inteligentemente creen suficientes las evidencias que existen de muchas maneras posibles para apoyar su postura. Éstas incluirían la similitud de los testimonios anecdóticos por los testigos variados y fiables de UAP, los avistamientos simultáneos de radar y visuales, los documentos militares/gubernamentales desclasificados y las maniobras inexplicables de los UAPs entre otras. Sin embargo, todavía no se ha propuesto una teoría conjunta que describa este pequeño porcentaje de UAPs.

Es importante señalar que la Fundación Dr. Edgard Mitchell para la investigación en las experiencias extraordinarias y extraterrestres (FREE) no pretende dar una explicación definitiva a este fenómeno. El objetivo de la investigación es simplemente presentar los resultados del estudio para facilitar la discusión y la investigación investigación continuada multidisciplinar y transdisciplinaria. Esta investigación es sólo un paso inicial en el largo proceso para una mejor comprensión de lo que rige y regula las experiencias de contacto. Esperamos que lo expuesto ayude a otros a comprender mejor un evento único y personal que quizás haya producido resultados prominentes a nivel del comportamiento y en la esfera psico-espiritual de los contactados. (es decir, estados de consciencia y de valores tales como éticos, estéticos, humanitarios y altruistas). Finalmente, la FREE espera estimular el pensamiento de la población general para conseguir el apoyo de algunas personalidades académicas y de la investigación. Los resultados cuantitativos generados a partir de una base de datos de contactados pueden dar una representación más completa e informativa de este fenómeno para aumentar la comprensión de esta experiencia única y transformativa compartida por muchos miles, si no millones, de personas en el mundo que están ansiosos por una respuesta.

Objetivos:
Este estudio usa una encuesta completa cuantitativa de 554 preguntas completada por individuos (N=3.256) de más de 100 países mediante el programa de encuestas Monkey online. El análisis interno presentado en este artículo representa los resultados de nuestro estudio activo hasta el 10 de abril de 2017. Es importante resaltar que una subsección específica (es decir, los contactados) de la población general es la seleccionada para su inclusión en vistas a conseguir el objetivo de este estudio. Para comprender mejor la esencia y el impacto del tipo de experiencia de contacto en los valores y puntos de vista individuales de la persona, se desarrolló una estrategia de reclutamiento consistente en la creación de una gran base de datos de contactados que hayan referido experiencias de contactos físico (“abducidos”) y no físicos (contactados) con una inteligencia no humana asociada o no a un UAP.

Inclusión en el estudio:
Como sólo algunos estudios (Ring 1984, Marden & Stoner 2013) con pequeños tamaños de muestra han investigado la relación entre el tipo de experiencia de contacto (abducción frente a contactado) y los resultados en el comportamiento de los contactados, se pensó en la creación de una gran base de datos de contactados para el estudio. Por consiguiente, esta subsección de la población fue seleccionada de fuentes donde se esperaba encontrar a contactados. Al contrario que en los estudios anteriores que se centraban únicamente en las “abducciones”, nuestro criterio de selección se centraba en comunicar a los individuos, organizaciones (ufológicas, parapsicológicas, psicológicas, físicas, consciencia, y sobre ECMs y experiencias extracorpóreas entre otras), investigadores, autores, emisoras de radio y websites que pudieran facilitar una diversidad de contactados (abducidos y contactados) para que visitaran nuestra página web y completaran la encuesta. De esta manera se obtuvo una gran muestra de contactados que decían haber tenido uno o más experiencias de contacto con seres con inteligencia no humana asociados o no con interacción física con UAPs. De esta manera, las conclusiones del estudio sólo son aplicables a esta parte específica de la población general.

Encuesta del estudio:
Las preguntas de la encuesta se diseñaron a partir de las utilizadas por el psicólogo Kenneth Ring (1984) en su estudio con personas que referían haber tenido algún tipo de interacción con un UAP o haber tenido una ECM. Las preguntas se modificaron por miembros de la FREE que tenían experiencia investigadora con el diseño de encuestas y conocimientos sobre la bibliografía de los UAPs. El estudio se dividió en dos fases (Fase 1, N=3.256, y Fase 2, N=1.919). El análisis de las respuestas obtenidas en la Fase 1 sirvió de base para la realización de preguntas adicionales en la Fase 2 de la encuesta. Todas las personas que participaron en la Fase 2 habían completado la Fase 1. Es decir, sólo las personas que completaron la Fase 1 fueron invitados a participar en la Fase 2. La información cualitativa recogida de los participantes en la Fase 3, compuesta de respuestas escritas a 70 preguntas abiertas administradas a los que habían completado las Fases 1 y 2, se analizaría y estudiaría en otro estudio. Todos los participantes dieron su consentimiento para participar en este estudio, y todas las respuestas fueron anónimas salvo las direcciones de correo electrónico.
Mientras sólo algunos estudios se han centrado un algunas preguntas limitadas en encuestas sobre la “abducción” de los UAP (menos de 50), el estudio FREE explora áreas que nunca han sido abordadas en su totalidad. Más específicamente, se han realizado 554 preguntas agrupadas en seis grandes temas. Los temas que se investigaron en la Fase 1 y 2 de la encuesta fueron los siguientes:

Fase 1: a) Historia familiar del contacto, b) Experiencia del contacto y c) Naturaleza de la inteligencia no humana.
Fase 2: a) Información recibida de la inteligencia no humana, b) Las experiencias físicas resultados del contacto con la inteligencia no humana, y c) Aspectos psicológicos de la experiencia del contacto.

El amplio rango de atributos cubiertos es la gran diferencia entre el estudio de investigación FREE y los pocos estudios en este campo, muchos de los cuales se centran exclusivamente en el perfil psicológico del “abducido” como en los casos de Bullard (187), Hopkins (1987), Jacobs (2000) y Mack (1999), entre otros. Es importante decir que ninguno de las personas del estudio FREE respondió a la encuesta bajo hipnosis es decir, se les pidió que contestaran a las preguntas sólo si tenían recuerdos “conscientes” de sus experiencias de contactos, no por hipnosis.

Evaluación del posible sesgo en las respuestas:
Una fuente potencial de sesgo en cualquier encuesta se produce cuando los entrevistados están poco motivados para completar la encuesta y se apresuran en las contestaciones, contestando las respuestas de manera aleatoria. Estos entrevistados son los que de denominan “corredores”. Para evaluar la integridad de las respuestas según el tiempo empleado, los entrevistados fueron divididos en cuatro grupos, basados en el tiempo que usaron para la realización de la encuesta. La fecha y hora de inicio, así como el tiempo empleado se registraron por Survey Monkey para cada participantes, tal que se podía calcular la duración (tiempo en completar la encuesta) de cada participante. Basada en esta duración, se crearon cuatro grupos para la encuesta de la Fase 1: menos de 10 minutos (n=434), 10-20 minutos (n=511), 21-30 minutos (n=575) y más de 30 minutos (n=1.736). La encuesta de la Fase 1 tenían 102 respuestas , algunos de ellos permitían respuestas múltiples (“señale cualquier característica…”), lo que daba un total de 166 “oportunidades de respuesta”. De media, los entrevistados completaban un 48% de estas oportunidades.

Los entrevistados que tardaban menos de 10 minutos saltaban muchas respuestas, completando sólo el 9% de estas respuestas en blanco, mientras que el grupo de 10-20 minutos completaba el 43%, y los dos grupos restantes (de 21-30 minutos y >30 minutos) promediaron un 55% de respuestas en blanco completadas. Había cierta tendencia en los “corredores”, los que tardaban menos de 21 minutos, saltaban más preguntas y eran más negativos al evaluar el impacto de su experiencia de contacto en “cambió su vida de una manera positiva o negativa” (F= 4.24, p<0,006). Sin embargo, ya que la pregunta sobre la positividad estaba cerca del final de la encuesta en la Fase 1, sólo una pequeña fracción de los “corredores” respondían a esta pregunta (3% del grupo de <10 minutos, 33% en el grupo 10-20 minutos), por lo que los “corredores” tenían una menor influencia en la mayoría de las respuestas de las preguntas. Una inspección visual de las respuestas de los “corredores” tanto en las preguntas de calificación como las de completar/texo no revelaron ningún intento claro de respuestas frívolas o falsas – sus ocupaciones declaradas y las descripciones de sus experiencias parecían similares a las de otros entrevistados. Así, se tomó la decisión de incluir las respuestas en el análisis de la Fase 1. Para la encuesta de la Fase 2, los “corredores” eran una preocupación menor, a pesar de la longitud de la encuesta (434 preguntas), ya que los entrevistados que continuaron con la Fase 2 eran un subconjunto de los de la Fase 1 y por lo tanto parecían estar motivados para continuar con el proceso de la encuesta. Para la Fase 2, se establecieron las mismas categorías establecidas y analizadas en la Fase 1: <10 minutos (n=133), 10-20 minutos (n=64), 21-30 minutos (n=49 minutos) y >30 minutos (n= 1.645). De los 1.891 entrevistados que empezaron el cuestionario de la Fase 2, el 71% (n=1.335) completaron las últimas 10 preguntas del estudio, que sería idéntico al porcentaje de cumplimiento de la Fase 1 (71%).

Lo que es más sorprendente de las encuestas de la Fase 1 y 2 es que casi tres cuartas partes de los entrevistados de cada fase estaban motivados para completar esta encuesta tan larga sin ningún tipo de incentivo o recompensa.

Otra fuente potencial de sesgo en los resultados de la encuesta es la “aquiescencia” (es decir, la tendencia a mostrarse de acuerdo con todos y cada uno de los enunciados). En la Fase 1 del estudio, se mezcló de manera consciente las escalas de respuesta de las preguntas individuales, de tal manera que en algunos casos el contestar con “5” en una escala de Likert de cinco puntos era la opción más positiva, y en otros casos era preciso contestar con la opción “1” para el mismo resultado. De manera parecida, en el cuestionario de la Fase 2, para algunas preguntas sobre cambios de actitud, el seleccionar “fuertemente aumentado” en una escala de respuesta de 5 puntos de Likert representaba una actitud favorable al cambio, mientras que en otras respuestas, la misma opción podría representar un cambio de actitud desfavorable. Cambiando intencionadamente las palabras de la pregunta se mitigaría los sesgos de respuestas basados en la posición en la escala de valoración o aquiescencia.

El sesgo de deseabilidad social, o la tendencia de los participantes en el estudio a responder de manera consistente con sus normas sociales o creencias para tener rasgos positivos hacia ellos mismos, es más complicado de evaluar en el estudio FREE. Las preguntas con respuestas que indicaban una interacción más frecuente con las inteligencias no humanas, La comunicación telepática con las inteligencias no humanas o el interés menguante de la sociedad en la religión, podrían hacer admitir cosas que no son socialmente deseables, o que en algunos casos de fueran vistos como la declaración de algún problema psicopatológico. Así, la mayoría de los participantes en la encuesta contestaron las opciones que incluían estas experiencias. Por consiguiente, si los participantes estaban intentado respetar algunas normas o expectativas sociales, la mayoría de ellos estaban siguiendo un conjunto de normas o de identificación de grupo.

La Psicología de los Contactados:
Todos los participantes en el estudio FREE refirieron no “haber sido nunca diagnosticados con una enfermedad mental por un profesional de la salud con especialidad en salud mental”. Sin embargo, la realización de un test psicológico estandarizado era inviable por el costo y tiempo que requería su realización. Por lo tanto, la falta de una evaluación objetiva del estado psicológico/de la personalidad de los entrevistados era una variable de confusión conocida en este estudio. Sin embargo, y a pesar de esta limitación, se encontraronevidencias indirectas basadas en estudios anteriores que mostraban que las características de personalidad de los que decían haber sido “abducidos” no diferían básicamente de las de la población general.
Muchos investigadores, por ejemplo, han destacado que como los abducidos “no sufrían ninguna psicopatología”, no había razón a priori para rechazar sus relatos porque sus características de personalidad los hicieran menos confiables que otros informantes de los fenómenos (Appelle 1995, Jacobs 2000, Parnell & Sprinkle 1990; Mack, McLeod & Corbisier 1996, Mack 1999 y Hopkins 1987). En un estudio, Appelle (1995) confirmó que la “evaluación tanto clínica como de test estandarizados han mostrado que, como grupo, los abducidos no son diferentes de la población general en términos de prevalencia de psicopatología”. En un estudio de más de 800 supuestos abducidos, Mack, McLeod & Corbisier (1996) concluyeron que las explicaciones neurofisiológicas como la parálisis del sueño y la epilepsia del lóbulo temporal, propuestas como una posible explicación al “fenómeno de la abducción extraterrestre” había “fallado en encontrar esas patologías entre los abducidos o que habían elegido pasar por alto aspectos importantes del fenómeno”.

Basados en este estudio, los investigadores concluyeron la “la mayoría de los abducidos no parecen estar engañando, confabulando, mintiendo, dramatizando o sufriendo alguna enfermedad mental evidente”. Baumeister (1989) también descartó las interpretaciones psicológicas como la mentira, el comportamiento para la búsqueda de atención, la enfermedad mental y el victimismo como posibles causas de los casos de abducción. En un estudio realizado por Parnell y Sprinkle (1990) sobre 225 sujetos (que incluía desde aquellos que decían no haber visto un UAP hasta los que referían haber visto un UAP o sus ocupantes, haber estado a bordo de la nave o haberse comunicado con los ocupantes de un UAP) que respondieron al Minnesota Multiphasic Personality Inventory, los investigadores concluyeron que incluso los que habían reportado avistamientos de los ocupantes y comunicación con las inteligencias no humanas obtuvieron puntuaciones normales en las preguntas sobre estabilidad, excitación psicomotora, comportamiento bohemio e ideación.
Parece que la comunidad científica, que no es capaza de explicar la extraña consistencia de la AAP, la desestima en base a explicaciones psicológicas como son los sesgos de memoria o de fallos en la misma, percepción no fiable, mentiras motivadas por la presión social y la influencia de la hipnosis en testigos altamente influenciables. Forrest (2008); por ejemplo, concluyó que varios factores predisponentes como la parálisis del sueño, el haber sido hipnotizado y la preocupación sobre lo paranormal y los extraterrestres, son de largo los responsable del mantenimiento de la creencia de los que aquéllos que piensan que han sido abducidos por los extraterrestres. En un estudio sobre 19 abducidos, French et al. (2008) concluyó que los abducidos mostraban mayores niveles de disociación, absorción, creencia paranormal, experiencia paranormal, capacidad psíquica autodeclarada, tendencia a la fantasía, tendencia a la alucinación, un incidencia de parálisis del sueño autodeclarada.

Adicionalmente, Newman y Baumeister (1996) explican los fenómenos de abducción extraterrestre (AAP) usando una base cognitiva que incluye la “integración y elaboración de alucinaciones” ayudadas por la hipnosis. De esta manera se piensa que las “mentiras” de la hipnosis contribuyen a los AAP. Sin embargo, aproximadamente el 30% de los casos de abducción se obtienen sin hipnosis (Mack, McLeod & Corbusier 1996), se puede generar una explicación no debida a hipnosis a partir del conjunto de estos datos. Basándonos en una revisión bibliográfica de los estudios psicológicos de los “abducidos”, Marden (2017) llega a la siguiente conclusión:

«Las personas con tendencia a la fantasía con límites imprecisos; los individuos que tienen estados disociativos con una puntuación alta en la escala de desórdenes de personalidad; y los que experimentan ciertas anomalías del sueño (narcolepsia), pueden llegar a creer que son abducidos por extraterrestres, cuando no lo han sido».

Esta evidencia conflictiva hace difícil explicar adecuadamente el papel del estado psicológico de los abducidos y los informes de sus experiencias de contacto. Sin embargo, parecería extraño que la gran mayoría de los sujetos en nuestro estudio sufran una enfermedad mental que podría influir en su experiencia de contacto. La evidencia de que los abducidos no son diferentes de la población general en relación a la psicopatología, sin embargo, no podemos excluir la posibilidad de que cierto porcentaje de nuestra población pueda haber dado, por la razón que sea (por ejemplo, recuerdos falsos, engaño y/o alteraciones psicológicas) información no fiable en sus respuestas a la encuesta. Sin embargo, la mayoría de la población de nuestro estudio podría asumir cualquier contribución significativa de esta parte de la población cuestionable en el resultado total de este estudio. Para apoyar esta idea se indica que aproximadamente el 70% de nuestra gran muestra de estudio refieren haber tenido comportamientos “positivos” como resultado de su experiencia de contacto, lo que no es consistente con la mayoría de los síntomas que se asocian de manera clásica a las enfermedades psicológicas (es decir, la personalidad con tendencia a la fantasía, estados disociativos, alteraciones de déficit de contacto con la realidad y comportamiento delirante y esquizofrenia). Idealmente, las investigaciones próximas podrían comparar la predisposición, consecuencia y/o los atributos de personalidad resultantes de los abducidos de este tipo.

En resumen, los resultados del estudio presentaron un rango diverso y complejo de actividad física, psicológica, perceptiva y paranormal que incluyen las experiencias de contacto percibidos como físicas y las no físicas, que son las siguientes: 1) Los patrones alterados de comportamiento, percepciones y los resultados positivos del comportamiento resultado de las experiencias estuvieron presentes en aproximadamente el 70% de los participantes del estudio (N=3.256). De hecho, el 84% de una muestra de 1.919 personas dijeron que “no querían que su experiencia de contacto acabara”. 2) La mayoría (71%, N=455) de los que afirmaban tener “recuerdos conscientes de haber estado a bordo de una nave UAP” decía que su experiencia de contacto les había cambiado su vida en un “sentido positivo”. Por el contrario. sólo un 15-20% dijo haber tenido un impacto “negativo” a partir de su experiencia de contacto; 3) La mayoría (71%, N=433) de los que habían declarado tener experiencias de contacto frecuentes (>10 veces) solían decir que las experiencias de contacto habían tenido un “impacto positivo” sobre su “cambio de vida” (menos del 25% dijo haber tenido un “impacto negativo”); 4) La mayoría de las personas (56%, N=1.560) decían haber sido “contactados” de una manera no física, y no haber sido físicamente “abducidos”; 5) Aproximadamente tres cuartos de los que decían haber tenido una experiencia de contacto se consideraban como “contactados” (más igualitarios”- ser tratado más como un “igual”) y no como “abducidos” (raptados físicamente y llevados a bordo de una nave UAP); 6) Un gran porcentaje de la población estudiada (80,4% de N=1.381) decía haber tenido una experiencia extracorpórea como parte de su experiencia de contacto; 7) La mayoría de las personas (>65%, N=1.224) no declaró sucesos y/o experiencias clásicamente asociadas con las creencias tradicionalmente mantenidas sobre el fenómeno de “abducción alienígena”. De hecho, los UAP (naves físicas) son sólo una característica de las experiencias de contacto que no parece estar en la mayoría de las mismas; 8) La incidencia de las experiencias inusuales, como la observación de fenómenos paranormales, seres inteligentes no humanos y las positividad de las respuestas de los sujetos a estas experiencias, son remarcablemente similares en todos los países y grupos étnicos/raciales con un tamaño suficiente de la muestra que permite la comparación. Esto va en contra de la idea de que estas experiencias son simplemente la expresión de mitos culturales, arquetipos o memes, y 9) los resultados de comportamiento positivo registrados producidos por las experiencias de contacto se manifiesta en forma de crecimiento personal, actitudes valores espirituales y filosóficos. Esto se observa en su convicción de haber abierto su mente con una cosmovisión más amplia y una comprensión de sí mismo y de lo que es la
vida, y la consciencia y el conocimiento de otras realidades.

Dado este contexto, la cuestión que permanece es si los cambios en las visiones y creencias de uno mismo producidos por la experiencia de contacto, realmente representan o no una mayor comprensión y perspectiva real de uno mismo y la vida. o son en cambio inducidos en el contactado por algún medio inexplicable. Colectivamente, la única similitud entre las características de las experiencias de contacto físicas y no físicas, y los resultados asociados del comportamiento referidos por los contactados, son por ahora un asunto especulativo.

Fuente. (Extractos)